En el corazón de Kutná Hora, una ciudad histórica de Chequia, se alza la majestuosa Catedral de Santa Bárbara, joya del gótico europeo y símbolo del esplendor medieval. Dedicada a Santa Bárbara, patrona de los mineros, refleja la importancia de la minería de plata en la región. Fueron precisamente los mineros quienes impulsaron su construcción, que comenzó en el siglo XIV y no concluyó hasta bien entrado el siglo XX.

Aunque originalmente se proyectó el doble de grande, el declive de las minas frenó el proyecto. En 1588 solo se había terminado el característico techo de tres picos, y un muro provisional marcó la pausa definitiva en su expansión. Más tarde, los jesuitas incorporaron elementos barrocos al diseño gótico original. La catedral fue restaurada en el siglo XIX por los arquitectos Josef Mocker y Ludvik Labler. Hoy es Patrimonio de la Humanidad y un lugar imprescindible para quienes aprecian el arte, la historia y la arquitectura.

¿Sabías que la plata extraída en Kutná Hora financió parte de la expansión del Imperio Habsburgo, al que también perteneció durante siglos el Reino de España? Un destino que conecta belleza, historia y cultura europea.