No todas las lecciones de ciencias requieren un aula. En la costa rocosa de La Jolla, California, Estados Unidos, las pozas de marea ofrecen una experiencia única para aprender sobre la vida marina, justo a tus pies. Durante la marea baja, el agua queda atrapada en depresiones naturales cerca de playas como Windansea, Shell Beach, South Casa y Hospital Point, formando piscinas poco profundas.

Estas pozas, creadas por la erosión de las olas sobre arenisca y piedra caliza, albergan especies como liebres de mar y estrellas quebradizas. Dos veces al día, la subida y bajada de la marea inundan y vacían estos pequeños ecosistemas, poniendo a prueba la supervivencia de sus habitantes. Los meses de invierno, cuando las mareas bajas coinciden con las horas de luz, son el mejor momento para observarlas. Recuerda que estos espacios están protegidos por leyes medioambientales, por lo que se recomienda admirar y fotografiar sin molestar a sus residentes.

En España, en zonas como las Islas Cíes o la Costa da Morte, también existen pozas de marea similares, ideales para descubrir la biodiversidad marina local.